La banda de Boedo se presentó junto a Nina Suárez en Vorterix el pasado viernes 18 de octubre, en el marco de la gira presentación del álbum "Vamos a destruir"
Al instante que se enciende la pantalla con el logo de Bestia Bebé, la gente juega de memoria y entona la más gloriosa melodía,“Jugadores, la concha de su madre”, a la par de las trompetas que suenan de fondo. El cántico insignia de una hinchada que, harta de no ver resultados pide a su equipo que lo dé todo, suena cual ritual en el arranque del show. Una cortina que anticipa la cantidad de fútbol que se respirará durante la próxima hora y media, entre humo, alcohol y rock.
Es la tercera vez que los muchachos de Boedo se presentan en Colegiales: el debut fue en 2016 y la segunda, en mayo de este año. En esta ocasión, los acompaña Nina Suárez para la apertura de una noche fraterna y de sorpresas, como la que significó la aparición de Bocha, el ex tecladista de Winona Riders junto a Nina. Mauro Gabriel Arenas aporta en las teclas esa atmósfera de oscuridad y nostalgia que marida perfecto con los temas de “Algo para decirte”, el álbum debut de la artista de 23 años.
Nina Suárez abre con “Te amo”, la segunda de un compilado de dos canciones que tituló “Un verano en Capital”. Sola con su Fender telecaster, pequeña pero iluminada, inicia su presentación con una ternura que no volverá a aparecer, al menos no mientras suene la densidad de temas como “Ciudad”, o la energía de “Quequén” y “Drescher”. El rojo y el negro decoran las visuales y no es porque Nina sea de Newell's, sino que es la estética de su primer LP, que fue tocado de principio a fin. Entre letras de amor, distorsión y explosiones grungeras a lo Kurt Cobain, la cantante deja a la gente lista para lo que sigue.
Bestia Bebé es una de las bandas actuales que, además de romperla, mejor representa la idiosincrasia argentina de barrio. Con sus letras evocan imágenes que tranquilamente te harían acordar a tu infancia, como un fin de semana en el cual "el perfume del asado entra por la puerta de todas las casas". Así reza “Fiesta en el barrio”, tema que tuvo su lugar en una lista que repasó buena parte de su discografía, y que arrancó con el instrumental “Las siete banderas”.
Bancar a los amigos, pelearla hasta el final, estar en las buenas y en las malas mucho más, son consignas que bien le calzan a la hinchada de un club y también a Bestia, que las recuperan para sí mismos. “Luchador de Boedo”, “Tigre de metal”, “No me importa verte perder” son algunos de los títulos que alzan las banderas de la fraternidad y encienden a la fanaticada. “El podio del TC”, “Antártida Argentina”, “Rondador nocturno”, “Lo quiero mucho a ese muchacho” y “Un documental sobre mí” también se suman a un setlist con fuerte presencia del disco “Jungla de metal 2”.
La estética del grupo es otro detalle que no se puede pasar por alto. Tom Quintans, cantante y líder del grupo, sale a escena con un buzo anorak, similar a las parkas que usa Liam Gallagher. El paralelismo con Oasis puede ir incluso más allá: el amor por el fútbol, el combo jean y zapatillas y alguna indumentaria deportiva, como la campera de Victoriano Arenas (equipo del ascenso que dirige Luis Ventura) que vistió Tom, o la chomba de algún otro club, de Chicho Guisolfi, el bajista.
Ocho de los nueve temas que componen el disco “Vamos a destruir” dicen presente en esta noche de viernes. “La trafic” es el único que se queda afuera, mientras que “El rock and roll pasó de moda” toma especial protagonismo al sumar dos invitados: Nina Suárez, y Pablo Kemper de Las Ligas Menores. La banda abandona el escenario un minuto y vuelve para tocar “Patrullas del terror”, como es de costumbre, con Ronnie Crispo cantando a la par de Tom. El encore sigue con “Omar” y la noche va llegando a su fin.
Cuando suena “El descontrol”, un hincha de Almagro se sube a los hombros de sus amigos, reluciendo su casaca del tricolor con orgullo y mirando directamente a Tom, quien le devuelve un gesto. Los lásers de la seguridad se centran en la figura del muchacho y otros dos patovicas se acercan a la valla para decirle que se baje, pero no lo consiguen. Clips de Supercampeones y videos de Maradona grafican los últimos temas de una velada que emana fútbol.
Los cantos de la gente no cesan, incluso entre tema y tema. Se escuchan los gritos de una persona que le confiesa su cariño a Chicho mientras la banda mete quinta a fondo con “Wagen del pueblo”. Nadie se queda quieto; todos saltan, corean y salpican cerveza a la vez que mantienen precaución de los pungas que ya se hicieron tristemente infaltables en los recitales. Finalmente, con “Pancho y Tony” los muchachos ponen el broche a una jornada que le sobró energía, rock y aguante. Así es como les gusta.
La gira continúa por Mar Del Plata el 1 de noviembre, luego una nueva visita a Lima, Perú el 7, y del 14 al 23 del mismo mes, “Vamos a destruir” y todos los éxitos de Bestia Bebé estarán sonando en España. Las paradas en el viejo continente incluyen Barcelona, Madrid, Zaragoza, Murcia, Sevilla y Valencia. La última fecha anunciada, hasta este momento, es en Montevideo, Uruguay, el 5 de diciembre.
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