La banda integrada por Ca7riel, Chowy Fernández, El Montes y Alan Fritzler tocó por primera vez ante un Teatro Flores agotado este 22 de febrero
Menuda y desopilante sorpresa se debió haber llevado aquel que, a lo mejor, esperaba escuchar alguna promesa del metal antes de la atracción principal. A las 20:05 tuvo lugar un preámbulo musical de, nada más y nada menos que, cumbia santafesina. Qkarda es un guitarrista oriundo de Venado Tuerto, conocido por su contenido en Instagram reversionado clásicos del rock y heavy metal al estilo La Nueva Luna, y encargado de la apertura del show.
Hombres y mujeres de unos veintitantos y hasta algún cincuentón corearon canciones de Los Del Fuego, aunque todo parecía indicar que se trataba de una jornada metalera más: la gente vestida de negro y con remeras de bandas. Se respetaron los clásicos como Megadeth, Metallica, AC/DC, Pantera, Judas Priest; Almafuerte el exponente nacional elegido por excelencia; y referentes de la escena actual como Nvlo, Nenagenix o Marina Fages. Entre ellos se coló un cinéfilo con su musculosa de Forrest Gump, mientras otra de las camisetas rezaba: “Orgullosamente deudor de MercadoPago”. La diversidad fue total.
Barro se encuentra presentando su álbum debut titulado “Constimordor”. Lanzado en agosto del año pasado, el disco cuenta con un total de 11 canciones, incluyendo una versión metal de la session que había realizado Ca7riel con Bizarrap bautizada “Missin’ children”. Incluye además dos invitados: Julián Herrera, hermano del vocalista de la banda, y quien estuvo presente este jueves en Flores para interpretar “Nunca pedí nacer”; y por otro lado, Ronpe 99, el rapero marplatense, en el track “Spot”.
“Ca7riel está mal de la cabeza, no me sorprende para nada”, comentaba un muchacho ante la osadía de incluir un set de cumbia en la apertura. Y es que la fórmula Barro se compone de dos elementos: disrupción e innovación. La distorsión, un bajo estridente, breakdowns lentos y pesados como quien camina con pies de plomo, doble pedal y sonidos guturales conviven con referencias a distintos estilos musicales y letras que ya no intentan reflejar la lucha obrera ni denunciar al sistema capitalista.
El grupo formado en Constitución (de allí el nombre de su álbum) convocó dos figuras más para la noche del jueves. Por un lado, Edu Giardina, el talentoso multiinstrumentista que actualmente acompaña a Marilina Bertoldi. El segundo, Mex Urtizberea, con quien hicieron dos covers: “Cementerio club” de Pescado Rabioso, y “Hocus pocus” de Focus. Momentos en los cuales Ca7riel se colgó su famosa stratocaster roja, aquella con la que interpretó el clásico “Mil horas” en la terraza del Centro Cultural Kirchner.
El mismo pibe que señalaba antes lo pirado que está el “Cato”, también filosofaba junto a otro acerca del crossover entre el trap y el metal. Comentaba, por ejemplo, los antecedentes de Chowy Fernández, quien pegó onda con su actual compañero de banda luego de un concierto que este realizaba con Paco Amoroso. El otro caso es el de Julián Emmanuel Montes, el cual además de haber sido bajista de Marilina Bertoldi, colaboró con Duki y resultó la condición clave para que Ca7riel aceptara comenzar este proyecto.




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